Durante las dos últimas semanas
el consumo de agua por las plantas ha sido paralelo a su crecimiento y el nivel
del agua en las cajas ha descendido mucho, por lo tanto ha llegado el momento de
reponer solución nutritiva, ya que una parte importante de las raíces se queda
al descubierto.
Esto podría afectar negativamente
a la capacidad de las plantas para absorber el agua y los nutrientes, aunque
ellas lo saben resolver con bastante rapidez generando más raíces allí donde
sea necesario.
Pero hay otra consecuencia
negativa que las plantas no pueden resolver en esta situación. Si se reduce
mucho el volumen de agua que contiene la caja, se calienta con más rapidez,
pues no hay que olvidar que estamos en primavera, pudiendo darse con mayor
facilidad condiciones de falta de oxígeno para las raíces.
Primero hemos medido las
conductividades eléctricas de las soluciones de las cajas, para comprobar si
están en niveles aceptables. Las medidas nos indican que estamos alrededor de
2,2, no ha subido mucho y, en todo caso, no es un nivel bajo pero tampoco es
alto. Por lo tanto de las dos opciones que tenemos, que son, rellenar con agua
sola o rellenar con agua con nutrientes, optamos por la segunda opción.
Pepe, Regina y Pilar miden la conductividad |
Si la conductividad hubiera sido
alta, alrededor de 3 (dS/m), que nos indicaría alto contenido de sales de la
solución, entonces hubiéramos rellenado con agua para diluirlas y rebajar esa
conductividad.
Por lo tanto tenemos que preparar
una solución nutritiva de relleno. Se nos plantea la duda de qué cantidad de
nutrientes echar en esta solución de relleno.
Tenemos dos condicionantes:
1º No podemos echar las mismas
cantidades de abonos que cuando plantamos las lechugas, porque ahora partimos
de una conductividad de 2,2 y la subiríamos excesivamente.
2º Estamos en una época de calor,
en la que las plantas necesitan absorber mucha agua porque transpiran mucho.
Recordemos que para facilitar esto, la conductividad, es decir el contenido de
sales de la solución, debe ser bajo.
Por consiguiente adoptaremos una
solución de compromiso, prepararemos una solución de relleno que lleve la mitad
de los abonos de la fórmula que usamos al trasplantar hace 4 semanas.
Además de esto vamos a hacer dos
cambios en la fórmula:
1º En lugar de echar el magnesio
en la forma de nitrato de magnesio, lo echaremos como sulfato de magnesio, para
disminuir la cantidad de nitrato.
2º Al medir el pH la semana
pasada y hoy hemos visto que tiende a subir y ha sobrepasado el valor neutro de
7, ahora lo tenemos en unos 7,4.
No voy a repetir todo el asunto
de por qué el pH debemos mantenerlo ácido, entre 6 y 6,5; leed para recordarlo
la explicación de la entrada anterior (la del martes pasado).
Pepe y Rosario miden el pH... |
Hoy Cuca y Silvia se han
encargado de hacer un experimento:
-echar 1 litro de agua en un vaso
-medir su pH
-echar salfumán gota a gota,
agitando y midiendo el pH, hasta que quede entre 6 y 6,5
Pues bien, Silvia y Cuca lo han
hecho perfectamente. El pH inicial del agua del grifo es de 7,9, es decir
bastante alcalino. Han necesitado 5 gotas de salfumán (ácido clorhídrico del
18%) para bajarlo a 6,9. Con 10 gotas lo
han bajado a 4,2. Por lo tanto es probable que con 6 o 7 gotas lo hubieran
clavado.
Pero, como ya explicamos el
pasado martes, normalmente no vamos a usar un ácido, vamos a tratar de bajar el
pH con un abono acidificante, un abono que lleve amonio, el fosfato
monoamónico.
Entonces, en lugar de aportar todo
el fósforo a la solución en la forma de fosfato monopotásico, aportaremos una parte
como fosfato monoamónico.
Nuestra solución de relleno queda
con la fórmula siguiente:
Nitrato
cálcico...........................216 miligramos por cada litro de agua
Nitrato
potásico.........................202
“
Sulfato de magnesio.................. 61,5
“
Fosfato
monoamónico............... 28,8 “
Fosfato
monopotásico............... 34 “
Micronutrientes......................... 25
“
Bien, ya hemos preparado esta
solución y hemos rellenado las cajas con ella hasta un mismo nivel.
También hemos tomado muestras
para que Dolors haga los análisis y nos pueda decir si vamos por buen camino y
cómo evolucionan los niveles de los nutrientes, por si son necesarias
correcciones. A juzgar por el buen crecimiento y el excelente aspecto de
nuestras lechugas todo está correcto, lo hemos hecho requetebién.
Es más, les hemos preguntado si se han sentido felices con nuestros cuidados y han respondido con estas caras de satisfacción:
caras de satisfacción |
Las medidas de los niveles de
agua antes de rellenar, nos indican que, en estos últimos 7 días, cada una de
nuestras lechugas hidropónicas ha consumido una media de 174 mililitros de agua
por día. No está nada mal, con razón hemos tenido que rellenar.
Después del rellenado y agitado, hemos
hecho la aireación y ya prevemos que la semana próxima no vamos a tener más
remedio, sintiéndolo mucho, mucho, que recolectar nuestras lechugas y hacer una
cata verdaderamente profesional.
La semana entrante recolectamos |
Es patente que el crecimiento de
las lechugas hermanas cultivadas en sustrato, lleva cierto retraso con respecto
al de las hidropónicas, aún cuando están igualmente vistosas. El martes pondré las dos fotos para poder compararlas.
En cuanto al semillero hemos
hecho un repicado de las acelgas dado que su crecimiento era ya excesivo para
su alta densidad de siembra.
Sin nada más por hoy lo dejamos
hasta el martes.
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